jueves, 2 de abril de 2009

VISIÓN ADULTO (>60)

(mayores de 60 años de edad)


Es un hecho inevitable que ocurran cambios en la visión a medida que las personas envejecen. Pero estos cambios no deben interferir en su estilo de vida. Conocer las consecuencias y saber cuándo acudir al cuidado de un profesional son pasos importantes para proteger su visión.

A partir de los 60 años necesita mantenerse atento a los indicios que le advierten sobre los problemas de la salud ocular relacionados con la edad que pueden provocar pérdida de la visión. Muchas enfermedades oculares no presentan síntomas iniciales. Los síntomas pueden desarrollarse sin causar dolor, y quizás usted no note los cambios de su visión hasta que la enfermedad ya se encuentre muy avanzada. Pero tanto un estilo de vida acertado, como los exámenes de la vista regulares pueden mejorar considerablemente las posibilidades de mantener una buena salud ocular, incluso con el paso de los años.

Puede que usted desconozca que los problemas de salud que afectan otras partes del cuerpo también pueden afectar su visión. Las personas que sufren de diabetes o de hipertensión (presión sanguínea alta) o que toman medicamentos que tienen efectos secundarios para la vista, corren el mayor riesgo de desarrollar problemas de la vista.

Por lo tanto, los exámenes oculares regulares son aun más importantes cuando las personas alcanzan una edad mayor. La Asociación Americana de Optometría recomienda a todas las personas mayores de 60 años de edad someterse a exámenes anuales de la vista. Si percibe algún cambio en su visión, consulte inmediatamente con su optometrista.

A partir de 60 años de edad, es probable que se desarrollen varias enfermedades oculares que pueden alterar su visión permanentemente. Mientras más temprano se descubran y se traten los problemas, mayor posibilidades habrá de conservar una visión saludable.

Algunos trastornos visuales que debería conocer son:

  • La degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) es una enfermedad ocular que afecta la mácula, es decir el centro de la retina sensible a la luz ubicada en la parte posterior del ojo, y que causa una pérdida de la visión central. A pesar de ser pequeña, la mácula es la parte de la retina que nos permite percibir detalles finos y colores. Algunas actividades como leer, conducir, mirar televisión y reconocer rostros requieren una buena visión central que es proporcionada por la mácula. La degeneración macular provoca cambios en la visión central pero no afecta a la visión lateral o periférica.
  • La retinopatía diabética es una enfermedad que afecta a las personas con diabetes. Es el resultado del daño progresivo de los pequeños vasos sanguíneos que irrigan la retina. El daño de los vasos sanguíneos de la retina puede tener como resultado una fuga de fluido o sangre lo que provoca una formación de tejido fibroso en la retina y una visión borrosa. Generalmente la enfermedad afecta ambos ojos. Mientras más tiempo la persona haya sufrido de diabetes, más probabilidades tendrá de desarrollar retinopatía diabética, la cual puede causar ceguera.
  • El desprendimiento de retina es un desgarro o una separación de la retina del tejido subyacente. Puede ser causado por traumatismos oculares o cráneo encefálicos, por problemas de salud como la diabetes avanzada y por procesos inflamatorios oculares. Pero con frecuencia el desprendimiento ocurre espontáneamente como resultado de los cambios del fluido vítreo de la parte posterior del ojo. Si no se trata rápidamente, puede causar una pérdida permanente de la visión.
  • Cataratas es la opacificación del cristalino del ojo. Según su tamaño y ubicación pueden interferir en la visión normal. Generalmente las cataratas se desarrollan en ambos ojos, pero uno puede estar más afectado que el otro. Las cataratas pueden causar una disminución en la sensibilidad al contraste y a la claridad de los colores, y un aumento de la sensibilidad al deslumbramiento.

  • El glaucoma es un grupo de enfermedades oculares caracterizadas por el daño del nervio óptico que provoca pérdida de la visión. Las personas que tienen una historia familiar de glaucoma, los afroamericanos y los adultos mayores corren mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.

  • El ojo seco es una condición que se origina cuando la producción de lágrimas es insuficiente o de mala calidad para lubricar e irrigar el ojo. Las lágrimas son necesarias para mantener la salud de la superficie externa del ojo y para proporcionar una visión clara. Los ojos secos son un problema común y frecuentemente crónico que afecta especialmente a las personas adultas mayores.

Conducir con seguridad después de los 60

A partir de los 60 años en adelante la conducción de un automóvil puede ser cada vez más difícil. Los cambios de la visión y las enfermedades oculares relacionadas con la edad pueden interferir en sus habilidades para conducir, incluso antes de sentir algún síntoma. Puede notar dificultades al calcular las distancias y la velocidad. La luz solar intensa o las luces de los automóviles que se dirigen en dirección contraria pueden perjudicar su visión.

Algunos de los cambios de la visión relacionados con la edad que normalmente afectan la conducción de las personas mayores son:

  • Problemas para ver claramente las señales de tránsito.
  • Dificultades para ver objetos de cerca como el tablero del automóvil o los mapas de las carreteras.
  • Cambios en la percepción del color.
  • Problemas para ver en condiciones de baja iluminación o durante la noche.
  • Dificultad para adaptarse al deslumbramiento de las luces.
  • Pérdida de la visión lateral.

Los siguientes consejos pueden ayudarlo a conducir con seguridad, especialmente durante la noche:

  • Sea muy precavido en los cruces. Muchos choques que implican personas de edad avanzada ocurren en los cruces por no ceder el paso, especialmente cuando giran hacia la izquierda. Mire cuidadosamente para ambas direcciones antes de cruzar y, cuando conduzca, gire su cabeza frecuentemente para compensar la disminución de la visión periférica.

  • Disminuya la velocidad y limítese a conducir durante el día. Si tiene problemas para ver durante la noche o si le resulta difícil recuperarse del deslumbramiento de las luces de los automóviles que circulan en dirección contraria, disminuya la velocidad y, cuando sea posible, evite conducir durante la noche o en rutas desconocidas.

  • Evite usar gafas o anteojos de sol con armazones o patillas anchas. Los anteojos con patillas anchas (brazos laterales) pueden reducir su visión lateral.

  • Comience un curso de manejo para personas de edad avanzada. Participe en los programas para conductores de edad avanzada de su comunidad, como los que ofrece la Asociación de Jubilados de los Estados Unidos (AAPR, por sus siglas en inglés). Esto lo puede ayudar a adquirir más conocimientos sobre los cambios físicos que pueden afectar su capacidad para conducir y sobre cómo compensarlos.
  • Realícese un examen de la vista anual. Los exámenes oculares anuales pueden informarle si sus anteojos o lentes de contacto recetados están actualizados y proporcionarle una detección temprana de cualquier problema de salud visual en desarrollo.

Cómo lidiar con la pérdida de la visión

Lamentablemente algunas personas mayores de 60 años tienen una pérdida de la visión mayor que la normalmente causada por los cambios visuales relacionados con la edad. La degeneración macular, el glaucoma y la retinopatía diabética se encuentran entre las enfermedades de la salud visual que pueden causar pérdida de la visión permanente. Esta pérdida de la visión puede presentar formas y grados variados.

Es importante saber que no sólo se debe tener en cuenta la agudeza visual para conocer el grado de dificultad visual de las personas. Una persona con una agudeza visual relativamente buena (ej., 20/40) puede tener problemas de funcionamiento, mientras que una persona con una menor agudeza visual (ej., 20/100) puede no experimentar problemas funcionales importantes. Otros factores visuales como una baja percepción de la profundidad, una restringida visión lateral, una extrema sensibilidad a las luces y al deslumbramiento y una percepción reducida del color, también pueden limitar la habilidad de las personas para realizar sus actividades diarias.

Sin embargo, los servicios de rehabilitación para personas con baja visión le pueden brindar la ayuda y los recursos necesarios para recuperar su independencia. A las personas con baja visión se les puede enseñar técnicas variadas que les permiten realizar sus actividades diarias con la visión restante.

Su optometrista puede programar un plan de rehabilitación para que pueda continuar con una vida independiente a pesar de las limitaciones de su enfermedad. Las personas con baja visión tienen disponibles una gran variedad de planes de rehabilitación para vivir y trabajar de manera más efectiva, eficiente y segura. A la mayoría de las personas se las puede ayudar con una o más opciones de tratamientos para la baja visión. (Enlace a Equipos para la baja visión) Los equipos de ayuda óptica más recetados son:

  • Lupa montada sobre un anteojo: se agrega una lupa o un lente de aumento a los anteojos (sistema que se denomina microscopio) o a una banda ajustable a la cabeza. Esto le permite utilizar ambas manos para realizar una actividad de cerca, como escribir una carta.

  • Telescopio montado sobre un anteojo o de mano: estos telescopios diminutos son muy útiles para ver a distancias lejanas, como para mirar televisión de un extremo al otro de la habitación, y también se pueden modificar para actividades cercanas como la lectura.

  • Lupa con base y de mano: son convenientes para lecturas rápidas como de precios, de etiquetas de productos y de equipos de control de medidas. Ambos tipos pueden ser equipados con luces.

  • Video-magnificación: son equipos de escritorio (circuito cerrado de televisión) o sistemas adaptables a la cabeza que aumentan el tamaño del material de lectura en una pantalla de video. Algunos sistemas se pueden utilizar para actividades que requieran el uso de la visión lejana. Estos sistemas son portátiles y pueden ser utilizados con una computadora o monitor. Permiten ajustar el brillo, el tamaño, el contraste, el color y la iluminación de la imagen.

Además, hay una gran cantidad de otros productos que ayudan a las personas con discapacidades visuales como libros, revistas y diarios escritos con un tamaño de letra grande, audiolibros, audiorelojes de pulsera, agujas autoenhebrables, entre otros. Consulte con su optometrista para mayor información sobre las opciones disponibles.

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